Todo discurso pedagógico se concreta en una propuesta curricular específica que resume el conjunto de intenciones educativas, objetivos académicos, actividades de aprendizajes que se programen para tal fin; medios de socialización que enfrentan los diversos agentes educativos; la misión y filosofía de la institución; el clima y las normas de convivencia; el plan de estudio y los cursos y contenidos educativos.
La propuesta curricular comprende tanto lo que se enseña como lo que aprenden los alumnos; ésta no solo afecta a los alumnos sino también perfila al docente y de esta manera, en la continua interacción, docentes y alumnos viven y construyen un currículo concretando una práctica pedagógica específica.
No obstante, en toda práctica pedagógica se inscriben un conjunto de aprendizajes informales, de naturaleza inconsciente, que conforman lo que se conoce como "currículo oculto".Como señala Silvia Malbrán (1999): "Convive con el currículo formal y su poder es similar o superior. Integrarlo debería ser parte de la preocupación de quienes intentan mejorar la calidad de la oferta institucional".
Por lo tanto educar musicalmente y con calidad, en cualquier institución educativa, supone replantear la significación de contenidos y su selección en los procesos de enseñanza musical, en tanto los docentes son fuente de aprendizaje, aún cuando no lo enseñen, ni lo quieran enseñar.Por ello, según Parcerisa (1999), la influencia que ejercen en sus estudiantes es significativa al modelar y transmitir actitudes y valores a través del ejercicio docente cotidiano.
Esto hace evidente la necesidad de reflexionar sobre las formas de interacción social que se dan en los aprendizajes musicales y preguntarnos ¿Qué valoración se otorga al aprendizaje musical?¿A qué se da importancia: al aprender, aprobar, crear o sensibilizarse con la música? También resulta necesario preguntarse: ¿Qué se considera importante y que no, a nivel de aprendizajes musicales?¿Se puede componer música con ordenadores?¿Puede aprenderse la música de manera interactiva?¿Es posible investigar a través de internet? Cuando la realidad profesional del educador musical se circunscribe solamente al aula no se alcanza a ver la relevancia de su enseñanza perdiendo toda la dimensión cultural,social, política, económica y moral que su labor demanda.
Me quedo con esta reflexión que menciona el artículo, casi llegando a su fin: "El docente de Música, debiera ser un docente reflexivo y crítico, capaz de construir sus propios criterios mediante la reflexión de su experiencia y el contraste y problematización de su propio conocimiento" y finalizo este post destacando la frase de Eduardo Galeano: " No somos lo que somos, sino lo que hacemos para cambiar lo que somos".
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